viernes, 12 de marzo de 2010

Diana Majo, 12-03-10


Hoy ha sido uno de los días más extraños de mi vida. Han confluído tantas ausencias que me he visto en la obligación de ir forzosamente solo al concierto. Pero eso no importa, importa el concierto.
Para quien no lo sepa, Diana es la cantante del grupo leonés Impression. Tiene una voz dulcísima que parece pasada constantemente por un afinador matemático. Es precisa con todas las notas que da, y eso al principio mola muchísimo, aunque después ya ves por dónde va y sorprende poco. Yo es el único pero que le puedo sacar a esta pedazo de cantante. Falta algo de crash, de dislocación, de ahora otra cosa, ¿entendéis? La maqueta de su myspace no hace honor a la voz que tiene esta chica, pero es interesante: www.myspace.com/dianamajo.
Versiones de Alanis Morrisette, Police, y de más grupos que no conozco pero que tenían buena pinta, aunque seguro que ahora escucho la original y no le encuentro la gracia. Diana tocó solamente con su hermano, que la acompañaba a veces con una guitarra eléctrica y a veces con una española. Un poco pesado en ocasiones, pero es un buen guitarrista. Bastante técnico, o muy técnico, pero me daba la sensación de que por momentos era una mosca perrera por detrás de lo demás. Puede ser que tuviera algo que ver con el sonido general. En cuaquier caso, quedan recomendados. Gracias por una noche más llevadera.

sábado, 6 de marzo de 2010

Al límite. Ensayos de un pobre ignorante.


Hay veces que releo las entradas que he publicado y me entran ganas de volver a escribirlas. No lo hago porque eso sería perder parte del valor documental que tendrán para mí en un futuro lejano. Además, perderían frescura si quito algunas ordinarieces que me son propias y a las que debo tanto. Este post va sobre cine. Son ensayos de un pobre ignorante porque sé poca cosa de ello. Sé lo que cualquier espectador, como mínimo, debería saber. De esto hablaremos en otro post, que me parece también interesante.
Al límite es una película de Campbell, director de Casino Royale, la última de James Bond. ''Al límite'' es la traducción de Edge of Darkness, que significa algo así como el filo de la oscuridad. La peli está basada en una serie de los 80 que rodaba el mismo director, la cual tenia mucho éxito. Entonces Campbell dijo: coño, por qué no nos animamos y hacemos un remake, tan de moda ahora, y nos forramos y de paso tratamos de hacer una buena peli. Mel Gibson se subió al carro y el resultado es esta película. No es una película de acción. No es estrictamente un thriller. No es estrictamente policíaca. No es una gran película. Pero funciona. Funciona un poco peor que Apocalypto, por poner un ejemplo, pero funciona. En cuanto a los personajes, vemos que la mayoría están tratados sin demasiada profundidad, aunque es lo justo para que vayamos sabiendo quién es un cabron, quién es un tipo legal, etc. que es lo que se pretende. El protagonista está caracterizado de una forma un poco tópica, y las esecenas típicamente emotivas que te hace odiar a los malos son también bastante lo de siempre. Pero sigue funcionando, y funciona porque es simple y directo. Mel Gibson, qué actorazo. Que se metan por el culo a Diesel, Statham, Chan, Li, Stallone, etc. Mel Gibson es un tío capaz de darle la profundidad precisa a este tipo de personajes. Bien que no es una peli de personajes, demasiado psicológica, que te mantiene depsierto solo porque las escenas de acción están cojonudamente rodadas y diseminadas por toda la peli con el fin demantener al espectador ahí, pero es que Mel Gibson es la hostia. Punto y aparte.
El guión flojea bastante, porque pierde interés por momentos y solo te reengancha con las escenas de acción, poquitas, por cierto. Pero en cualquier caso es una película entretenida que no recordarás toda la vida pero que te hará pasar un buen rato. Además, creo que es el testamento interpretativo de Mel. Disfrutadlo, por dios.

viernes, 5 de marzo de 2010

Nadja, de André Breton


''La libertad, adquirida en este mundo a costa de mil y una renuncias de entre las más difíciles, exige que disfrutemos de ella sin restricciones durante el tiempo que podamos conservarla, al margen de cualquier consideración pragmática''

''...pero mucho más peligrosamente, pasando por la cabeza, y luego un brazo, por entre los barrotes de la lógica, que es la más odiosa de las prisiones...''

''Es preciso no haber entrado a un manicomio para ignorar que allí se fabrican delincuentes. ¿Hay algo más odioso que esos llamados instrumentos de protección social que, por un pequeño desliz, una primera falta aparente contra el
decoro o el sentido común, arrojan a cualquier sujeto entre otros sujetos cuyo contacto cotidiano habrá necesariamente de serle nefasto y, sobre todo, le privan sistemáticamente del contacto con todos aquellos cuyo sentido moral o práctico es más sólido que el suyo?''

''Desde el primero hasta el último día, tuve a Nadja por un genio libre, algo así como uno de esos espíritus etéreos a los que determinadas prácticas de magia permiten atraerse momentáneamente, pero que de ninguna manera podrían ser sometidos.''

''Esa forma suya tan extraordinaria de llamarme, como se llamaría a alguien, de sala en sala, por un castillo vacío: ¿André?¿André?... escribirás una novela sobre mí. Te lo aseguro. No digas que no.''

''Nos quedamos en silencio durante un rato, después me tutea repentinamente: Un juego: di algo. Cierra los ojos y di algo. Cualquier cosa, una cifra, un nombre. Así (ella cierra los ojos): Dos, ¿dos qué? Dos mujeres. ¿Cómo van esas mujeres? De negro. ¿Dónde están? En un parque. Venga, si es tan fácil ¿por qué no quieres jugar?''

No me he resistido a poner tantas citas porque yo escribiré poco. Se supone que no es literatura, sino una vivencia de André Breton. Conoció a una mujer, tan extraña como todo lo que él había soñado en su manifiesto surrealista. No la ama, porque amar significa posesión y no se puede poseer toda la libertad, solo compartirla con el mundo, dejando que vuele indómita como un pegaso por el cielito azul. Me ha gustado mucho.

(La foto de arriba son los ojos de Nadja, y la de abajo, un dibujo que le ella hizo a André)

Nadja es el principio de la palabra esperanza; solo el principio.
La belleza será convulsa o no será.

lunes, 1 de marzo de 2010

Velocidad de los Jardines, de Eloy Tizón




Hace tiempo me pasaron por internet un cuento que se llamaba Teoría del hueco. La primera vez que lo leí no me gustó, pero durante la segunda le encontré algo, y a la tercerá me terminó por convencer. Entonces pensé que aquel internauta que debió de escribir el cuento se merecía poder publicarlo en condiciones, pero yo qué sabía; era de Eloy Tizón.
Eloy Tizón es uno de los más grandes cuentistas que tenemos hoy en España. Existen otros jóvenes y con mucho talento, como Zapata, Monzó (menos joven) Loriga (menos talento), pero el caso de Eloy es de esos de archivar a parte. Desde que publicó aquel Velocidad de los jardines, no volvió a publicar ningún otro cuento hasta Parpadeos, volumen al que pertenece el relato que mencioné al principio de esta entrada. No he leído Parpadeos. No he leído ninguna novela de Eloy Tizón. Pero lo haré, y lo haré porque este señor se merece que le prestemos atención.
Velocidad de los jardines comienza con un cuento que se llama Carta a Nabokov, pero a quién le importa el título. Lo que importa de Tizón es que escribe como pocos hombres pueden escribir. Tizón parece de otro mundo, de verdad. Empiezas a leer y enseguida te das cuenta de que estás ante otra cosa; te das cuenta de que la poesía surrealista ha bajado del pedestal y te está acariciando el pelo y mordiéndote los labios. Tizón bebe de la tradición poética, porque parece un poeta que escribe cuentos. Parece un poeta que entiende de estructura narrativa, y lo fusiona de tal manera que lo que sale es una joya, una piedra preciosa. Tienes en las manos el librito, lo vas leyendo y de repente piensas en que no le vas a dejar el libro a nadie, no sea que lo ensucie de grasa, o que se doble una esquina, o que te lo roben (¡NO!). Lo lees y al principio piensas que este tío está loco, qué cosas escribes, ¿cómo va a caber un mar en un catalejo?, ¿un bosque de pinos en una concha?, y luego sabes que sí, que todo eso cabe, sabes que los puedes oir, oler, tocar.
Hay otros cuentistas que tiran de una prosa poética, como Clarice Lispector o a veces Cortázar o el mismo Rulfo; pero, de veras lo digo, nunca había leído algo como lo de Eloy Tizón. Pablo Neruda, Cernuda, Aleixandre, algo de Pedro Salinas y Lorca. Todo eso está dentro y pasado por un fondo de agua clara de manantial cristalino, pero tan cristalino que a veces te ciega. Es el único pero de Velocidad. A veces es tan dulce, o lo que sea, pero tan poético, que crees que eso se puede leer como un cuento normal y te atiborras. Y luego te dan ganas de vomitar. No es un volumen para leer de seguido. Es para intercalar con una novela u otro volumen de cuentos. Es, sobre todo, para releer de vez en cuando. Hay cierta sensación de que encuentra Tizón un molde que puede repetirse. Está perdonado, joder. Totalmente reconmendable. Ah sí, surrealismo, imágenes visionarias, símbolos absurdos y tal, sí. Pero eso, para una clase de literatura.