viernes, 5 de marzo de 2010

Nadja, de André Breton


''La libertad, adquirida en este mundo a costa de mil y una renuncias de entre las más difíciles, exige que disfrutemos de ella sin restricciones durante el tiempo que podamos conservarla, al margen de cualquier consideración pragmática''

''...pero mucho más peligrosamente, pasando por la cabeza, y luego un brazo, por entre los barrotes de la lógica, que es la más odiosa de las prisiones...''

''Es preciso no haber entrado a un manicomio para ignorar que allí se fabrican delincuentes. ¿Hay algo más odioso que esos llamados instrumentos de protección social que, por un pequeño desliz, una primera falta aparente contra el
decoro o el sentido común, arrojan a cualquier sujeto entre otros sujetos cuyo contacto cotidiano habrá necesariamente de serle nefasto y, sobre todo, le privan sistemáticamente del contacto con todos aquellos cuyo sentido moral o práctico es más sólido que el suyo?''

''Desde el primero hasta el último día, tuve a Nadja por un genio libre, algo así como uno de esos espíritus etéreos a los que determinadas prácticas de magia permiten atraerse momentáneamente, pero que de ninguna manera podrían ser sometidos.''

''Esa forma suya tan extraordinaria de llamarme, como se llamaría a alguien, de sala en sala, por un castillo vacío: ¿André?¿André?... escribirás una novela sobre mí. Te lo aseguro. No digas que no.''

''Nos quedamos en silencio durante un rato, después me tutea repentinamente: Un juego: di algo. Cierra los ojos y di algo. Cualquier cosa, una cifra, un nombre. Así (ella cierra los ojos): Dos, ¿dos qué? Dos mujeres. ¿Cómo van esas mujeres? De negro. ¿Dónde están? En un parque. Venga, si es tan fácil ¿por qué no quieres jugar?''

No me he resistido a poner tantas citas porque yo escribiré poco. Se supone que no es literatura, sino una vivencia de André Breton. Conoció a una mujer, tan extraña como todo lo que él había soñado en su manifiesto surrealista. No la ama, porque amar significa posesión y no se puede poseer toda la libertad, solo compartirla con el mundo, dejando que vuele indómita como un pegaso por el cielito azul. Me ha gustado mucho.

(La foto de arriba son los ojos de Nadja, y la de abajo, un dibujo que le ella hizo a André)

Nadja es el principio de la palabra esperanza; solo el principio.
La belleza será convulsa o no será.

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