sábado, 6 de marzo de 2010

Al límite. Ensayos de un pobre ignorante.


Hay veces que releo las entradas que he publicado y me entran ganas de volver a escribirlas. No lo hago porque eso sería perder parte del valor documental que tendrán para mí en un futuro lejano. Además, perderían frescura si quito algunas ordinarieces que me son propias y a las que debo tanto. Este post va sobre cine. Son ensayos de un pobre ignorante porque sé poca cosa de ello. Sé lo que cualquier espectador, como mínimo, debería saber. De esto hablaremos en otro post, que me parece también interesante.
Al límite es una película de Campbell, director de Casino Royale, la última de James Bond. ''Al límite'' es la traducción de Edge of Darkness, que significa algo así como el filo de la oscuridad. La peli está basada en una serie de los 80 que rodaba el mismo director, la cual tenia mucho éxito. Entonces Campbell dijo: coño, por qué no nos animamos y hacemos un remake, tan de moda ahora, y nos forramos y de paso tratamos de hacer una buena peli. Mel Gibson se subió al carro y el resultado es esta película. No es una película de acción. No es estrictamente un thriller. No es estrictamente policíaca. No es una gran película. Pero funciona. Funciona un poco peor que Apocalypto, por poner un ejemplo, pero funciona. En cuanto a los personajes, vemos que la mayoría están tratados sin demasiada profundidad, aunque es lo justo para que vayamos sabiendo quién es un cabron, quién es un tipo legal, etc. que es lo que se pretende. El protagonista está caracterizado de una forma un poco tópica, y las esecenas típicamente emotivas que te hace odiar a los malos son también bastante lo de siempre. Pero sigue funcionando, y funciona porque es simple y directo. Mel Gibson, qué actorazo. Que se metan por el culo a Diesel, Statham, Chan, Li, Stallone, etc. Mel Gibson es un tío capaz de darle la profundidad precisa a este tipo de personajes. Bien que no es una peli de personajes, demasiado psicológica, que te mantiene depsierto solo porque las escenas de acción están cojonudamente rodadas y diseminadas por toda la peli con el fin demantener al espectador ahí, pero es que Mel Gibson es la hostia. Punto y aparte.
El guión flojea bastante, porque pierde interés por momentos y solo te reengancha con las escenas de acción, poquitas, por cierto. Pero en cualquier caso es una película entretenida que no recordarás toda la vida pero que te hará pasar un buen rato. Además, creo que es el testamento interpretativo de Mel. Disfrutadlo, por dios.

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